lunes, 20 de diciembre de 2010
Psicofarmacología sin cadena
El valor del miedo


viernes, 3 de diciembre de 2010
En caso de mastitis consulte a su veterinario

Los médicos de consultas, clínicos, cirujanos, especialistas, hospitalarios... no somos "científicos", somos artesanos de las ciencias del curar hasta el aquí y ahora, a lo que agregamos nuestra clínica. Existe la ciencia médica con los tiempos de la ciencia, infinitos, de los científicos médicos. Existe la filosofía que trata de razonar la naturaleza yendo viniendo, y está la epistemología, ciencia de las ciencias. La industria lechera, insisto, ver notas mías anteriores, cuando industrializo los tambos, las vacas lecheras recibieron tetraciclinas para prevenir las mastitis vacunas con tanto diente manchado de los excesos de su ingestión en los humanos. La lechería tambera actual solucionó las mastitis con la sola presencia de la vaca mirando al ternero recordando la antigua concepción ruralista y de nuestra Sra. presidenta Dra. Cristina Fernandez de Kirchner sobre la tristeza bovina que sufren las vacas porque no ven sus terneros, así que la vaca lechera debe observar siempre a su ternero para aumentar su producción. Y ASI EVITAR
AMAMANTADAMENTE, CON TERNURA Y CARICIAS
JORGE DIAZ WALKER
MdN, Ps.M. PN M2001
Ñuñu
jueves, 18 de noviembre de 2010
Dolor en las mamas
lunes, 15 de noviembre de 2010
Educando niños veganos... en un mundo (aún no) vegano
del The Vegetarian Resource Group
Fue por casualidad (y mi voluntad por compartir con otros los beneficios de una dieta vegetariana) que me integré a un grupo con otros vegetarianos y casi veganos. La mujer que me enseñó mi clase de psicoprofilaxis Bradley Birth un día se me acercó y me hizo una invitación para unirme a un nuevo grupo de madres tomando decisiones menos tradicionales como nuevos padres. Algunas de estas mujeres, tuvieron sus hijos en casa, algunos estaban en contra de procedimientos médicos comunes pero peligrosos, otras hablaban de los beneficios de darle pecho al bebé durante dos años o más, algunos estaban a favor de la cama familiar, y otros planeaban enseñar a sus hijos en casa. Al principio fui la única vegana, y sólo otra mamá era vegetariana. Pero lo que nos unía a todas fue nuestra búsqueda de maneras más saludables para criar a un bebé en una cultura que te empuja hacia el materialismo y el conformismo como un antídoto contra el estado de separación.
En nuestras reuniones semanales discutimos libros y revistas científicas. Compartimos las diferentes áreas de especialidad que cada una manejamos, y siempre traemos comida. Con el tiempo todas hemos evolucionado, incorporando nuevas ideas que tienen sentido. La comida es siempre vegetariana, y la mayoría es sin huevo ni lácteos. (Me imagino que para todas las familias tiene sentido enseñar a los niños a disfrutar de una dieta vegetariana!) Hasta ocasionalmente nos juntamos los fines de semana cuando los papás pueden estar con nosotros. Celebramos los cumpleaños de los niños, con fiestas llenas de alimentos saludables, y cuando alguna familia de nuestro grupo recibe un nuevo bebé, nos turnamos llevándoles comida, vegetariana, claro! El tener este maravilloso sistema de apoyo me facilita lidiar más comodamente con el resto del no tan utópico mundo.
A los 18 meses de edad, invitaron a mi hija a una fiesta de cumpleaños (no formaba parte de nuestro grupo). El imaginarme a los niños corriendo con pastel, dulces, y galletas definitivamente me preocupaba, y se lo comenté a mi amiga cuando le confirmamos nuestra asistencia. Y ella me dijo que pospondría la comida por un rato, mientras los niños jugaban. Antes de la fiesta preparé a mi hija diciéndole que sólo estaríamos un ratito, porque sus Abuelitos nos esperaban. Fuimos, jugamos, abrimos los regalos y nos fuimos a visitar a los abuelos antes de que empezaran a comer. Recientemente, una de las familias del grupo planeaba la fiesta para su hijo de tres años, y, como tenía nueve meses de embarazo, iba a comprar el pastel en lugar de hacerlo. Me previno que el pastel sería de tienda (lo que significaba que tendría lácteos, huevos, y azúcar, y me ofrecí a hacer el pastel. Estaba encantada. Fue un pequeño esfuerzo para asegurarme que mi hija de dos años y medio pudiera participar en todo, y esto le reforzaría el concepto de que la manera en que comemos es "normal". A propósito, la receta de Lorna Sass del pastel de algarroba de las recetas de Una Cocina Ecológica es muy fácil de hacer y delicioso. Le pusimos una capa de helado de soja sin lácteos llamada Soy Delicious Carob Peppermint para hacer un pastel de helado.
Alguna otra vez fuimos a una fiesta donde yo sabía que habría mucha comida basura. Cerca de dos horas antes, le hice a mi hija una comida que le gusta. Después de haber comido todo lo que quiso, le di algo que le gustaba aún más. Cuando se cansó, jugamos un rato y después le ofrecí unas galletas veganas altas en grasa que le encantan, pero que rara vez tengo en casa. Después de que comió aún más, y faltaban como 15 minutos para irnos a la fiesta, le sugerí tomar pecho (siempre tiene espacio para esto). Ya para cuando llegamos a la fiesta, estaba bastante llena. Comió algo de fruta, e ignoró el pastel, galletas, helados y polos.
Tenemos la fortuna de que los abuelos de ambos lados viven cerca. Unos de ellos son en su mayor parte vegetarianos. Los otros no lo son. Mientras estaba embarazada, sus preguntas bien intencionadas eran sobre "¿Y qué le vas a dar de comer al bebé si no le das leche (de vaca)?" Lo cual me dio la oportunidad de educarlos sobre nuestra decisión. Aunque todavía no entienden muy bien por qué comemos de esta manera, y por qué algunos alimentos son aceptables y otros no, respetan nuestro estilo de vida. Siempre visitamos a los abuelos no vegetarianos entre comidas. Siempre mando leche de soja y una variedad de alimentos sabrosos e interesantes. En fechas como el Día de Acción de Gracias, tomamos la iniciativa y los invitamos a todos a nuestra casa (donde están prohibidos la carne, lácteos y huevos). A veces salimos a cenar con ellos a un restaurante chino. En una de esas veces, vi justo cuando la abuela le daba arroz de su plato ("que no estaba tocando la carne...") a mi hija. Ahora cuando vamos a restaurantes, nuestra niña siempre se sienta entre mi esposo y yo, y siempre le llevo chucherías que nunca ha visto para entretenerla sentada hasta que terminan de llevarse el último plato. Y entonces ella es libre de dejar su lugar y sentarse en el regazo de la abuela.
A veces le hablo a Sarina sobre el hecho de que somos veganos, y que es algo de lo que debemos de estar muy orgullosos. Le digo que el mundo está cambiando y que un día la mayoría de las personas valorarán su salud y el bienestar del planeta, también. Le digo que amamos los animales, y por lo tanto no nos los comemos. Cuando vemos vacas por el camino, le señalo a la mamá vaca amamantando a su becerro y le menciono cuánto quieren las mamás vacas a sus bebés - tanto como yo la quiero a ella. Algunas veces hasta le menciono que algunas personas le quitan la leche de vaca de su bebé para tomársela ellos, pero que pienso que eso es soez. "¿Lo puedes creer?" le pregunto y ella se ríe.
No vemos televisión, no sólo porque eso disminuiría el tiempo que pasa en actividades creativas y que desarrollan su coordinación, sino también porque los programas y la publicidad fijan un estándar de lo que se debe comprar, el aspecto que debe tener, y lo que se debe de comer, que no reflejan nuestros valores.
Algunas veces lucho con el hecho de que en nuestra ciudad, somos la única familia que conozco que nunca consume alimentos que contengan lácteos o huevos. Por eso, tratamos de asistir por lo menos una vez al año, a alguna conferencia nacional vegetariana, como el Festival de verano Vegetariano de NAVS. Ahí conocemos, jugamos y comemos con muchos otros veganos. Y señalo a otros niños y le digo orgullosamente a mi niña, "ella es Sarah, y es vegana, y ahí esta Jorge, es un vegano, también.. como tú." Estos otros niños desempeñan el papel de modelos a seguir para mi hija, y toda la experiencia me permite, durante una maravillosa semana, vivir mi visión del mundo vegano.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Las buenas bacterias
jueves, 4 de noviembre de 2010
Mirar al hijo y no al termómetro
Artículo vergonzoso sobre lactancia materna

Duermete y como dormir toda la noche

Ecografía ultrasónica
Mas allá del limite del silencio
AMAMANTAR EN TIEMPOS CRÍTICOS Y DECISIVOS ES SALVAR VIDAS
jueves, 14 de octubre de 2010

jueves, 9 de septiembre de 2010
Condón Femenino
viernes, 20 de agosto de 2010
Educación sexual en el colegio

MARISA RUGIATI SEMBLANZAS DEL COLEGIO SAN GABRIEL
En 1977, cuando cursaba el quinto año en el Colegio San Gabriel, nos dieron la primer noticia interesante por parte de la Gran Institución: " Íbamos a tener clases de educación sexual ", dictadas por un doctor y su esposa. Las expectativas eran muy grandes, ya que este tipo de enseñanza en un colegio religioso no era nada común, y por supuesto imaginábamos clases muy formales y muy aburridas ( nosotros nos encargaría mos de divertirnos ). Llegó el gran día, todos estábamos sentados en la sala de proyecciones, esperando al Doctor y su Señora, y por supuesto organizando la diversión. Debo reconocer que ya al entrar nos sorprendió con su aspecto, el cual era totalmente informal, desajustándose a los parámetros de la " Gran Institución" Y siguió sorprendiéndonos ya que sus "charlas" ( observen que no las llamo más clases ), era una " Caja de Pandora ", espectacular. La gran diversión había empezado. Hablaba clarísimo ( criollo básico ), y tanto sus ilustraciones, diapositivas y todo su material eran tan realistas que a veces impresionaba ( parto en diapositivas ). Un día charlamos sobre enfermedades venéreas ( horrible ), y para que la charla sea más amena, el Doctor, organizó la representación de un scketch. Llamó a dos compañeros que representarían un matrimonio , siendo él marino mercante y ella ama de casa ( Ricardo Talone y Mariana Romei ) . A Ricardo, el Doctor lo llevó aparte y le habló. La situación se desarrollaba en la casa del matrimonio, cuando Ricardo volvía de un viaje. Por supuesto, la noche del regreso fue de festejo para ambos, ( se entiende no?) Al otro día, minetras desayunaban , Ricardo comienza el relato sobre su viaje. La charla se pone pesada cuando Ricardo confiesa entredientes que en una isla del Caribe , había tenido un encuentro amoroso con una isleña. Mariana se sorprende y empieza a tomar temperatura ( recuerden que Mariana no sabe nada de lo que le contaría Ricardo ). Pero la cosa se pone más emocionante cuando Ricardo confiesa que es portador de una enfermedad venérea, que le transmitió la susodicha isleña. La reacción de Mariana fue espectacular, no sólo lo insultó, sino que le pegó. Ahí el Doctor intervino, indicándole a Ricardo cómo debía calmarla para que nuntos pudieran solucionar el problema. Si bien ésto fue sumamente divertido, fue especialmente didáctico, ya que hoy después de 22 años me acuerdo perfectamente de todas las situaciones y enseñanzas de aquellas charlas . Esa era la mejor forma de enseñarnos. Luego de una impecable introducción del tema del día, nos hacía participar a todos plenamente en situaciones de las cuales se desprendía de qué se trataba la enfermedad, de sus riesgos, cómo se transmitía, las consecuencias, y lo más importante fue aprender a cómo enfrentar y resolver las situaciones. Podría seguir escribiendo, pero creo que lo único que resta agregar, es que ese Doctor del cual les hablé, es hoy el pediatra de mis hijos y se llama Jorge Washington Díaz Walker. Para los que lo conocen no tengo más que decir, para los que no lo conocen, no se lo pierdan.
MARISA, 27/05/ 1999
El bebé es un feto afuera.

Aquí está el enlace del video , explicándolo:
https://mail.google.com/mail/?ui=2&shva=1#compose