lunes, 26 de septiembre de 2011

MARIA DEL ROSARIO DE SAN NICOLAS


Las señales de Maria

Desde los orígenes de la creación de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Provincia De Buenos Aires, Republica Argentina, existió una devoción a la Santísima Virgen.
En el año 1884, se inauguro el actual templo parroquial de San Nicolás de Bari, donada una imagen de la Virgen del Rosario.
Ya en nuestros días, el 25 de Septiembre de 1983, en la ciudad de San Nicolás se comienza a asistir a un hecho de características particulares: Una sencilla mujer, esposa y madre de dos hijas, que solamente había podido cursar el cuarto grado y sin conocimientos teológicos ni bíblicos, manifestar ver y oír a la Santísima Virgen.
Gladis Quiroga de Motta, señala que la Virgen comienza a darle una serie de mensajes, juntamente con citas bíblicas, llamando a la oración, a la conversación y a la consagración.
Los referidos mensajes, se dan a conocer y pueden ser de útil ayuda, para el crecimiento espiritual, la devoción y la oración.

Uno es casualidad, dos coincidencia o Dios – Einstein.

Hace 17 años una madre que, desde ÑuÑu intentaba recuperar amamantar, visita al Santuario de San Nicolás ya que era devota de la Virgen y se lo piden a Maria.
En los mensajes semanales de la Virgen a Gladis, que distribuía el grupo Mariano a los peregrinos, Maria le contesto”…Yo amamantare a Jesús con mis pechos…”. Y concedida fue…, amamanto durante tres años.
Hace una década un periódico local de San Nicolás, le dedico una nota a ÑuÑu. Y leyéndola, la imagen de ÑuÑu traslucía una imagen de la Virgen del Rosario sobrepuesta al trasluz.
El domingo 4 de Julio de 2004, visitamos el Santuario de Maria del Rosario en San Nicolás.
Emprendimos el viaje charlando sobre como Maria se manifiesta y da una respuesta a los pedidos de sus fieles.
Como todos los años, fuimos a agradecer y a buscar su apoyo, su bendición para ÑuÑu y en esta oportunidad para el Foro de 30 años de encuentros para la crianza y el amamantamiento.
Grande fue nuestra sorpresa cuando al ingresar a la misa nos recibió la lectura del Primer Evangelio, Isaías 66, 10-14: “…para mamar hasta saciarlos del pecho de sus consolaciones, para mamar en delicia de los pechos de su gloria.
Porque así dice Yahvé: He aquí que voy a derramar sobre ella la paz como río y la gloria de las naciones como torrente desbordado. Y sus niños de pecho serán llevados a la cadera y acariciados sobre las rodillas. Como cuando a uno le consuela su madre, así yo os consolaré a vosotros, y en Jerusalén seréis consolados…”. Y no pudimos evitar imaginar a la Virgen Maria amamantando a su pequeño y transitando las calles de Jerusalén con su niño en la cadera tal vez viajando en una Kepina bajo la atenta protección de su madre. Jorge Díaz Walker, 6 julio 2004.

Lectura del libro del profeta Isaías Sagrada Biblia Traducción Fuster – Colunga
¡Alégrense  con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos! Porque así habla el Señor: “yo haré correr hacia ella la prosperidad como un río, y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda. Sus niños de pecho serán llevados a la cadera y acariciados sobre las rodillas. Como un hombre es consolado por su madre, así yo los consolare a ustedes, y ustedes serán consolados en Jerusalén. Al ver esto, se llenaran de gozo y sus huesos florecerán como la hierba. La mano del Señor se manifiesta a sus servidores y a sus enemigos, su indignación”.


Oración


Madre, concédenos la gracia de tu protección y fortaleza.
Tu que amamantaste a tu hijo brindándole a través de tu seno no solo la vida
Sino también perseverancia, humildad, coraje y libertad.
Madre, tómanos de la mano y guía nuestros pasos para volver a ti.

De Maria Pastor, 6 de julio de 2004


Jorge Washington Díaz Walker

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